domingo, 4 de septiembre de 2011

Vértice, cine y quién sabe qué más


Tengo un notebook nuevo; y me acabo de dar cuenta que no tiene la fuente que me gusta: Kristen ITC. Así que tuve que escribir con esta extraña letra llamada Corbel. No es tan mala, después de todo.

Me sigue impresionando lo rápido que pasa el tiempo. Más encima, parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para recordarnos que nos quedan como dos meses de clases. No me explico de dónde van a sacar tantas notas para rellenar el libro, si queda tan poco tiempo, al menos para el cuarto medio. A propósito de nada, le he recordado a todo el mundo que hay que hacer el cuestionario de biología para mañana, y yo todavía no lo hago. Qué terrible.

Esta semana pasaron hartas cosas: una conversación importante, un vértice, tres controles en el preu, un regalo de cumpleaños atrasado, una película en el cine.

Respecto al Vértice, sólo puedo decir que los que no fueron se perdieron de una de las mejores prédicas que he escuchado de Claudio Franzani. Fue realmente increíble. Y las canciones de Daniel Soto… Uf.

Con los controles del preu no puedo opinar nada aún, porque sólo me dieron los resultados de uno.

El regalito de cumpleaños es el objeto en el cual ahora escribo, y que hace tanto tiempo deseaba. Gracias Señor porque mis padres pueden darme uno.

Y por supuesto, cómo olvidarla: la película. Moría de ganas por verla; pasaban el tráiler a cada rato en el metro, y desde que había visto la propaganda por primera vez, sólo pensaba en su estreno: El Planeta de los Simios (R)Evolución. No puedo decir que sea una obra maestra, pero me pareció bastante buena. Supongo que James Franco aporta en buena parte al éxito de la película. Además, para verla estuvimos como una hora acampando afuera de la sala, con mucha otra gente ansiosa por entrar; alimentándonos de tecito y comida para pollos.

Eso fue ayer, día de hacer nada. Preu en la mañana, llegué a mi casa casi a las tres y luego de almorzar no hice absolutamente nada; ni antes ni después del cine. Qué pérdida de tiempo.

No puedo creer que haya escrito tanto y no alcancen a ser cuatrocientas palabras. Esto de escribir cada semana en el blog se me hace cada vez más complicado: no sé ya de dónde sacar inspiración. ¿La habré perdido bajo mi cama? ¿Se me habrá quedado en algún lugar a los que fui de vacaciones? ¿Se la habrá robado la perra que se escapó de mi casa hace en el verano, o la Shakira, la gatita negra que desapareció mientras no estábamos?

Quien sea que se la haya robado, no importa; porque el número 4-5-0 tiene un dulce sabor cuando aparece en pantalla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario