Ninguna noche he logrado acostarme temprano, ya sea porque el baño está ocupado o porque llegamos al “piso” (departamento) a las doce de la noche, luego de llegar desde algún pueblo vecino a Segovia. Oh sí, estoy quedándome en el departamento de los misioneros, en Nueva Segovia.
No sé por dónde empezar a hablar de este viaje. El vuelo desde Buenos Aires fue realmente asqueroso: el avión era monstruosamente gigante (dos pisos, yo calculo casi mil pasajeros), pero no había pantallas en la parte posterior de los asientos. Viajamos de noche, así que dormí todo el rato, excepto cuando nos dieron cena y desayuno.
Lo gracioso es que he conocido de todo menos españoles acá. Osea, igual hay, pero la mayoría de la gente de la iglesia es latina. De hecho, un día fuimos a una excursión con los niños, y conocí a dos jóvenes de quince años; uno mexicano y el otro ecuatoriano.
Andrés, uno de los misioneros llevó a su erizo, Filipino, a pasear al bosque con nosotros. Corrió un montón, y se hizo pipí en la mochila de su “padre”.
Y bueno, he conocido la mayoría de los lugares famosos e históricos, POR FUERA. Sí, qué mala suerte. Siempre llegamos a la hora que cierran, qué se le va a hacer. El primer día fuimos al alcázar (el castillo de los reyes) y estaba cerrado; fuimos a la iglesia de la Vera Cruz, donde los caballeros templarios velaban sus armas, y cerraban en dos minutos…Y así nos ha pasado con varias cosas. Pero de todas maneras he conocido muchos lugares.
Hoy me perdí en el laberinto que queda en los Jardines Reales del palacio de San Ildefonso. El nombrecito.
He conocido sólo un poco más a la tía Paulina. Es decir, no he tenido una conversación profunda con ella, pero aprendí a verla más cercana. Me explico: cada vez que ella iba al colegio, me ponía como nerviosa o ansiosa cuando la veía, y era extraño saludarla. Pero ahora supe que era una persona normal, aunque suene extraño o piensen “sí, eso ya lo sabía”. Nadó conmigo y los misioneros en un lago, nos hizo comida un día que fuimos a su casa, y se chorrea las manos cuando come durazno. Qué más normal que eso.
Bueno, ya son las 1:08 cuando en Chile son recién las siete de la tarde; así que me iré a dormir. El sábado viajo al Sur de España.
Adiosín.