Hoy día lo primero que vi en mi celular fue que decía "1 mensaje recibido". Enviado a las doce de la noche anterior, sólo tenía una palabra: BLOG. Ajj, pensé.
Yiuk. Me carga esta letra. Pero qué le vamos a hacer, si este computador que está en portugués no tiene el Word, y más encima me subraya todas las palabras con rojo. Estoy escribiendo desde un hotel llamado Circus, en Buenos Aires; mis papás habían dicho que íbamos a una residencial media chantita, pero este lugar está "recopado", hay computadores con Internet y una mesa de pool. Además, hay una "pileta", así que supongo que habrá piscina.
Llegamos hace un par de horas, y luego de dejar nuestras cosas fuimos a pasear por ahí, aprovechando que estamos en el barrio San Telmo. Comimos en un restaurant y cumplí mi sueño de comer milanesa, luego de ver a dos bailarines que interpretaron un par de tangos sólo para nosotros. Después pagué cinco dulces con dos billetes, qué extraño se sintió...
Y para los que no saben, les cuento por qué estoy en Buenos Aires cuando se suponía que estaría en Segovia: el viernes, día en que debía viajar, cancelaron nuestro vuelo debido a la nube de ceniza emitida por nuestro propio volcán, que hizo erupción hace poco. Por este motivo corrieron nuestro vuelo a Madrid para el jueves (mucho tiempo), pero los aviones a Argentina se normalizaban antes. Aprovechando esto, decidimos esperar la conexión a España aquí.
Les cuento que también por mi ajuste de vuelo perderé dos semanas de clases, y no una, como iba a ser inicialmente.
Y he visto un número considerable de gente guapa, aunque los argentinos son más bien desabridos. Los lindos que hay son venezolanos.
Estando en este lugar, además, me di cuenta que de hecho me gusta Santiago. Buenos Aires no es muy lindo en realidad, por lo menos el sector en el que estamos: se parece a Valparaíso (pero más grande, obviamente), con olor a pipí y todo. Y está lleno de pelusitas por doquier, pelusitas con vida propia que vuelan hacia tí, como si tuviesen la intención de atacarte. Cómo detesto las pelusitas. Según ALGUNAS personas, Dios creó las pelusitas para que existiera el ministerio de Aseo. Puaj.
Mañana iré al zoológico.
Ésa ha sido mi vida hasta ahora. La próxima publicación será desde Segovia, España.
PD: Espero que no exista en este universo un profesor de lenguaje que desee que escribamos 450 palabras desde un computador en el extranjero. Como si no fuese suficiente con tener que leer El Túnel.
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