domingo, 5 de junio de 2011

Ensayos y un encuentro inesperado

Hace ya tiempo que la Nuni nos viene recordando que pronto son las inscripciones para la PSU… de hecho, mañana (OMG). Entonces, había que aprovechar la oportunidad que se nos presentaba de asistir a un ensayo de matemática y lenguaje, aplicado por el preuniversitario de la UC. El sábado por la mañana me levanté temprano para esperar a mi amigo Camilo, que me recogería a mí, al Alvaro y a la Pauli. El colegio donde rendiríamos las pruebas ya tenía una larga fila de adolescentes ansiosos, y nos abría los brazos con providenciales y puras figuras de vírgenes. Qué ambiente tan acogedor. En la primera sala, donde realizamos el ensayo de lenguaje, un cristo flacucho tallado en madera me miraba con su cara de pena, mientras el Camilo se sentaba lo más lejos posible de nosotros; como si nuestra sola presencia lo desconcentrase.
Para que se hagan una idea de la prueba, la pregunta n°4 decía: “¿A qué tipo de marca de relación interpersonal corresponde la expresión “chachinita adorada”, utilizada por el emisor?” Por si acaso, nos regalaron el facsímil; no me lo aprendí.
Bueno, los dos ensayos estuvieron desgraciados, por lo menos para mí; especialmente porque me estaba quedando dormida en el de mate. Espero que en la PSU real hagan más preguntas de teorema de circunferencia.
En otro ámbito de la noticia, al llegar hoy a la iglesia me llevé una gran sorpresa. Pero realmente una GRAN sorpresa: sentada en una esquina, con un abrigo gris y frenillos, se encontraba nada más y nada menos que la Stephanie (o Estefanía, no me acuerdo cómo se escribía su nombre). Sin poder creerlo del todo, y aunque no había cambiado en nada, me acerqué al Mati y le dije “¿Ésa es la Stephanie?”, a lo cual él respondió “¿Cuál?”. Obviamente sí era ella; y en el momento de la ofrenda, que es cuando todos aprovechan para saludar, nos acercamos a ella. Un abrazo cariñoso pero no efusivo me hizo sentir como si hubiese sido ayer cuando éramos compañeras. La mayoría del curso la recordará (estuvo como un semestre en sexto básico) por su asma, sus frenillos, y sus historias del “Giovanni”.
Encuentros tan súbitos lo toman a uno por sorpresa, y hay que estas preparados, y haber ensayado una cara de fingida alegría, para cuando uno se topa con personas con las que no se llevó bien (No lo digo por la Stephanie).
Esto me hizo preguntarme, ¿Qué pasará si dejamos de vernos por años, siglos, y un día cualquiera nos encontramos en la fila de un banco? Inmensa será la sorpresa, pero espero que mayor sea la alegría de ver de nuevo a un viejo amigo, un antiguo compinche de ésos con los que reíste, lloraste y peleaste. La universidad no va a ser así, todos lo sabemos. Hoy día escuchaba a mi mamá hablando con una ex compañera de liceo de mi tía, y no podían acordarse del nombre de un joven que había sido compañero de alguna de ellas. Me consuela el pensar que en un curso de quince, ni los rostros ni los nombres se olvidan. A veces, ni los ruts, ¿Cierto?

2 comentarios:

  1. Seria la cuarta vez que al terminar de leer tus escritos tan epicos, me encuentro con una talla interna en la que estoy metido.
    Mañana nos inscribimos! Quiero que termine esto luego.

    Aaa y me sente lejos de ustedes por una razon logica. Si veo que estoy contra el tiempo y voy en la pregunta 5 de lenguaje y tu en la 60 tranquilamente, eso me hara apurarme y equivocarme (me paso en matematicas), lo mismo con el alvaro que es mucho mas rapido que yo... mas ensima que a veces contesta cosas distintas a mi (no es que le ande viendo las respuestas) entonces uno empieza a dudar y se te va todo a las pailas.
    Debo admitir que uds tienen son superiores que yo en estas artes, por eso fue... espero que no lo hayas (o hayan) tomado a mal.

    Saludos niña mora.

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  2. De nuevo se me paso una palabra, la frase era "Debo admitir que uds son superiores que yo en estas artes, por eso fue... espero que no lo hayas (o hayan) tomado a mal."


    ESO.,

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